Sucede a menudo con los préstamos a largo plazo: al cabo de un tiempo, se consigue un dinero extra que se decide adelantar para pagar parcial o totalmente la deuda que se tiene en forma de préstamo. Hacer esto no sólo es posible, sino que permite ahorrar dinero en intereses.
En España los préstamos bancarios y no bancarios incluyen un capital y unos intereses, que se calculan en base al plazo de devolución pactado con la entidad.
Para la devolución del dinero se utiliza el llamado sistema francés, que funciona de la siguiente forma:
Esto significa que cuanto antes se amortice el préstamo, más dinero se ahorra en intereses, porque hay menos tiempo para devengarlos.
En cualquier momento de la vida del préstamo personal se puede amortizar una parte del dinero o incluso la totalidad de lo que se debe a la entidad (incluidos intereses hasta la fecha). Al pagar de una vez, se ahorran esos intereses que entrarían en juego desde ese momento hasta la finalización del plazo inicial pactado. Los ahorros pueden ser notables.
Depende. Hay entidades que ofrecen esta posibilidad sin coste adicional para el cliente, en especial las entidades financieras online cuando se trata de préstamos online, y de la misma forma puede tratarse de importes pequeños o moderados como importes mayores.
También hay entidades que implementan una política de incluir un pequeño coste de cancelación anticipada, que se especificará en el contrato o en los términos y condiciones del préstamo de forma transparente. En estos casos, el precio del pago anticipado suele expresarse en términos de un porcentaje sobre el capital pendiente de pago.
Las entidades que realizan este cobro pretenden recuperar una parte del capital que no se abonará en concepto de intereses futuros. No suelen ser comisiones muy elevadas, y casi siempre sale a cuenta cancelar anticipadamente el préstamo, aunque se tenga que pagar este precio.
Además, salir del endeudamiento es siempre una buena noticia para cualquier economía doméstica, ya que se reduce la presión sobre los ingresos y se protegen las finanzas personales frente a imprevistos que dificultaran el pago de esas cuotas mensuales.