A veces parece que entre más necesidad tenemos de que nos presten dinero, más difícil es conseguir el aval necesario para acceder a un préstamo. Es posible que te hayas llegado a preguntar ¿por qué no me dan préstamos en ningún lado? Lo cierto es que esta idea no está tan lejos de la realidad, puesto que algunos de los sistemas utilizados por parte de las agencias crediticias para valorar la viabilidad de un préstamo tienen en cuenta nuestro pasado desempeño en cuestiones de préstamos y pagos, así como nuestros estados bancarios y nuestra posesión de propiedades, o de un empleo fijo de ingresos constantes. Cuando el sistema encuentra que estos criterios no son del todo cumplidos por nuestro perfil, entonces nos niegan los préstamos y nos vemos en cada vez peores condiciones que nos llevan a la bancarrota.
Es preciso, por consiguiente, que comprendas un poco de qué se trata y cómo podrías frenar esta racha de mala suerte a la hora de solicitar nuevos préstamos. Lo primero que debes conocer es que la mayoría de las agencias proveedoras de servicios crediticos usan una herramienta de revisión para saber si te encuentras reportado por historial crediticio en algunas de las entidades correspondientes de tal verificación como lo serían por ejemplo ASNEF, RAI y CIRBE. Estas son listas en las que se reportan a los usuarios que han caído en el impago, bien sea porque hayas participado de un crédito en el pasado que olvidaste o que definitivamente no pagaste. Es posible que te hayan reportado en algún momento a alguna de estas listas y muchas agencias eliminarán tu candidatura del préstamo de inmediato.
También, según el caso y la agencia, es posible que la edad juegue un rol indispensable a la hora de aprobar o denegar el crédito. Muchas entidades establecen una edad mínima de 18 años, algunas establecen un mínimo de 21 años y otras un mínimo de 25. Según el público objetivo de cada agencia, están preparadas para ciertas edades y esto influye determinantemente. En ese mismo orden de ideas también existe, según el caso, una edad máxima a la hora de solicitar un préstamo que es hasta un máximo de los 65 años para algunas entidades, pero podría ser más en otras.
Ahora bien, a la hora de pagar el préstamo rápido es indispensable que la agencia crediticia cuente con información sobre tu capacidad de pago para llevar a cabo los préstamos de forma efectiva. De lo contrario te estaría haciendo un mal en lugar de un bien, puesto que eso acarrearía consecuencias mucho más graves. Por esa razón los ingresos mínimos son uno de esos requerimientos que algunas agencias toman como una pila central, así como mantener algún tipo de empleo formal o por lo menos estable. En algunos casos, incluso se solicita tener una determinada antigüedad laboral con el fin de proceder con el resto de los requisitos.
Finalmente, es posible que en algunos casos, la razón por la que se te han negado algunas oportunidades tengan que ver con el hecho de que has cometido algunos errores de escritura o errores técnicos que no tienen que ver con tu vida sino con los formularios o la disponibilidad de un dispositivo móvil. Muchas veces cuando la empresa intenta contactar a los usuarios por medio de su móvil se dan cuenta que ha sido registrado de forma incorrecta o que el número de la cuent bancaria a a la que se suponía que se debía transferir el dinero se encuentra mal escrita, por lo que no conduce a ningún lado y el préstamo no es aprobado. Es de vital importancia estar atento a estos detalles al completar los formularios en línea siempre.